6.- La Tercera Cruzada

6.1.- UNIFICACIÓN ÁRABE

 Tras el fracaso de la segunda cruzada, se hizo con el control de expedición militar hacia el Nilo. Acompañaba al general su joven sobrino, Saladino.

 En 1167, Nur ad-Din envió de nuevo a Shirkuh a subyugar a los fatimíes. Las fuerzas combinadas de egipcios y cristianos persiguieron a Shirkuh hasta que se retiró a Alejandría.En 1169, Shirkuh murió inesperadamente tras sólo unas semanas en el poder. El sucesor de Shirkuh fue su sobrino, Salah ad-Din Yusuf, más conocido como Saladino.

Saladino Según Un Códice Árabe Del s.XII

  Se decidió que el único hombre capaz de conducir la yihad contra los cruzados era Saladino, que se convirtió en sultán tanto de Egipto como de Siria y fundó la dinastía Ayyubí.

 Saladino decidió atacar la ciudad de Tiberiades en 1187. Raimundo aconsejó paciencia, pero el rey Guy, aconsejado por Reinaldo, llevó las tropas a los Cuernos de Hattin, en las cercanías de Tiberiades.

 El ejército cruzado, sediento y desmoralizado, fue masacrado en la batalla que siguió. El rey Guy y Reinaldo fueron llevados a la tienda de Saladino, donde se le ofreció a Guy una copa de agua. Guy bebió un trago, pero no le fue permitido pasar la copa a Reinaldo, ya que las reglas musulmanas de la hospitalidad determinan que quien recibe alimento o bebida está bajo la protección de su anfitrión. Saladino no quiso obligarse a proteger al traicionero Reinaldo permitiéndole beber.

 Reinaldo, que no había probado una gota de agua en varios días, arrebató la copa de manos de Guy. Al ver la falta de respeto de Reinaldo por las costumbres árabes, Saladino ordenó decapitar a Reinaldo por sus pasadas traiciones.

 Al final del año, Saladino había conquistado Acre y Jerusalén. El papa Urbano III, según se dice, sufrió un colapso al oír la noticia y murió poco después.

 El nuevo papa Gregorio VIII proclamó que la pérdida de Jerusalén era un castigo divino por los pecados de los cristianos de Europa.

 Surgió un clamor por una nueva cruzada para reconquistar los Santos Lugares. Enrique II de Inglaterra y Felipe II Augusto de Francia acordaron una tregua en la guerra que les enfrentaba, e impusieron a sus respectivos súbditos un "diezmo de Saladino" para financiar la cruzada.

 En Gran Bretaña, Balduino de Exeter, arzobispo de Canterbury, viajó a Gales, donde convenció a 3000 guerreros de que tomaran la cruz, según el Itinerario de Giraldus Cambrensis.

La Tercera Cruzada

 El anciano emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico I Barbarroja, respondió de inmediato a la llamada. Tomó la cruz en la catedral de Mainz el 27 de marzo de 1188 y fue el primer rey en partir hacia Tierra Santa, en mayo de 1189. Federico había reunido un ejército tan numeroso que no pudo ser transportado por el Mar Mediterráneo, y tuvo que atravesar a pie Asia Menor.

 El emperador bizantino Isaac II Ángelo firmó una alianza secreta con Saladino para impedir el avance de Federico a cambio de la seguridad de su imperio.

 Sin embargo, el 10 de junio de ese mismo año, al atravesar el río Saleph, Federico cayó de su caballo y se ahogó por la pesada armadura. Su hijo Federico VI llevó a su ejército a Antioquía, y dio sepultura a su padre en la iglesia de San Pedro de dicha ciudad.

 Ricardo y Felipe pasaron el invierno en Sicilia: Felipe zarpó el 30 de marzo y Ricardo el 10 de abril de 1191.

 Pronto se supo que el emperador de Chipre Isaac Ducas Comneno se había incautado de las riquezas que el barco transportaba. Ricardo llegó a Limassol el 6 de mayo de 1191 y se entrevistó con Isaac, quien accedió a devolverle sus pertenencias y enviar a 500 de sus soldados a Tierra Santa. De regreso en su fortaleza de Famagusta, Isaac rompió su juramento de hospitalidad y ordenó a Ricardo que abandonase la isla. La arrogancia de Isaac empujó a Ricardo a apoderarse de su reino, lo que logró en pocos días. A finales de mayo, toda la isla estaba en manos de Ricardo.

 

6.2.- BATALLAS

 Ricardo desembarcó en Acre el 8 de junio de 1191, e inmediatamente comenzó a supervisar la construcción de armas de asedio para asaltar Acre, que fue capturada el 12 de julio.

 Ricardo, Felipe y Leopoldo V, quien dirigía lo que quedaba del ejército de Federico Barbarroja, iniciaron una disputa sobre el botín de la recién conquistada ciudad. Leopoldo consideraba que merecía una parte semejante en el reparto por sus esfuerzos en la batalla, pero Ricardo quitó de la ciudad el estandarte alemán, que arrojó al foso.

 Entretanto, Ricardo y Felipe discutían sobre qué candidato tenía más derechos al trono de Acre. Ricardo defendía la candidatura de Guy.

 Molestos con Ricardo, Felipe y Leopoldo dejaron la ciudad con sus tropas en agosto de ese año. Felipe regresó a Francia, lo cual fue considerado por los ingleses una deserción. Ricardo negoció con Saladino el rescate de miles de musulmanes que habían caído prisioneros. Como parecía que Saladino no estaba dispuesto a aportar la suma convenida, Ricardo ordenó que unos 3.000 prisioneros fueran degollados frente a la ciudad de Acre, a la vista del campamento de Saladino.

 Tras la conquista de Acre, Ricardo decidió marchar contra la ciudad de Jaffa, desde donde podría lanzar un ataque contra Jerusalén. El 7 de septiembre de 1191, en Arsuf, unos 45 km al norte de Jaffa, Saladino atacó al ejército de Ricardo.

 Saladino intentó atraer a las fuerzas de Ricardo para acabar con ellas, pero Ricardo mantuvo su formación hasta que los Caballeros Hospitalarios se apresuraron a atacar el flanco derecho de Saladino, mientras que los Templarios atacaban el izquierdo. Ricardo ganó la batalla y acabó con el mito de que Saladino era invencible.

 Tras su victoria, Ricardo se apoderó de la ciudad de Jaffa, donde estableció su cuartel general. Ofreció a Saladino iniciar la negociación de un tratado de paz. El sultán envió a su hermano, al-Adil, llamado Saphadin, a entrevistarse con Ricardo. Las dos partes no fueron capaces de llegar a un acuerdo, y Ricardo marchó hacia Ascalón.

 Llamó en su ayuda a Conrado de Montferrato, quien rehusó seguirle, reprochándole haber tomado partido por Guy de Lusignan.

 Poco después, Conrado fue asesinado en las calles de Acre por dos asesinos encapuchados enviados por el Viejo de la Montaña

 En julio de 1192, Saladino lanzó un repentino ataque contra Jaffa y recuperó la ciudad, pero muy pocos días después volvió a ser conquistada por Ricardo. El 5 de agosto se libró una batalla entre Ricardo y Saladino, en la que el rey inglés, a pesar de su marcada inferioridad numérica, resultó vencedor.

 El 2 de septiembre, los dos monarcas firmaron un tratado de paz según el cual Jerusalén permanecería bajo control musulmán, pero se concedía a los cristianos el derecho de peregrinar libremente a Jerusalén. Ricardo abandonó Tierra Santa el 9 de octubre, después de haber combatido allí durante dieciséis meses.

 Ricardo murió a consecuencia de una herida de flecha en el Lemosín, en 1199, a la edad de 42 años.

 Saladino murió poco después de la partida de Ricardo, el 3 de marzo de 1193.

 El resultado poco satisfactorio de la Tercera Cruzada provocó que se predicase la Cuarta, que se desvió hasta Constantinopla.

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